Irán da un ultimátum a Estados Unidos para que abandone sus programas nucleares

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Irán da un ultimátum a Estados Unidos para que abandone sus programas nucleares

El 12 de abril de 2025, tuvieron lugar conversaciones indirectas entre Estados Unidos e Irán en la capital de Omán, Mascate, para discutir el futuro del programa nuclear de Teherán. La parte iraní ha presentado una serie de condiciones para frenar sus actividades nucleares, incluida la flexibilización de las sanciones estadounidenses impuestas al sector nuclear del país y el desbloqueo de miles de millones de dólares en activos congelados en el extranjero. Teherán también exigió el fin de la presión sobre China, el mayor comprador de petróleo iraní, lo que le permitiría aumentar sus exportaciones de energía. A cambio, Irán expresó su voluntad de volver a los niveles de enriquecimiento de uranio establecidos en el acuerdo nuclear de 2015, conocido como Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA). El acuerdo fue rescindido en 2018 por el entonces presidente estadounidense Donald Trump, lo que provocó un fuerte deterioro en las relaciones entre los países.

Fuentes cercanas a las negociaciones dicen que Washington aún no está dispuesto a hacer concesiones sin garantías adicionales de Teherán. En particular, la parte estadounidense insiste en reducir la escala del programa nuclear de Irán, incluida la limitación de su capacidad para enriquecer uranio. Durante las discusiones, Estados Unidos evitó hacer exigencias de ultimátum y se concentró en impedir que Irán utilice sus existencias nucleares para construir armas. Este enfoque refleja el deseo de la administración Trump de un diálogo pragmático a pesar de la profunda desconfianza entre las partes, alimentada por años de sanciones y recriminaciones mutuas.

Las conversaciones en Omán marcaron el primer contacto significativo entre Estados Unidos e Irán desde que Trump regresó a la Casa Blanca en 2025. La delegación iraní, encabezada por el ministro de Relaciones Exteriores, Abbas Araghchi, enfatizó que Teherán ve la diplomacia como una forma de proteger los intereses nacionales, pero no está listo para abandonar su programa nuclear por completo. La parte estadounidense estuvo representada por el enviado especial para Oriente Medio, Steve Witkoff, cuyo papel en el diálogo subraya el deseo de Trump de controlar personalmente el curso de las negociaciones. Ambas partes acordaron continuar las conversaciones la próxima semana, lo que aumenta la esperanza de un progreso cauteloso, aunque siguen sin resolverse diferencias clave.

Como informó Al Jazeera el 12 de abril de 2025, las conversaciones se llevaron a cabo en una atmósfera de respeto mutuo, aunque en un formato indirecto a través del mediador omaní, el ministro de Asuntos Exteriores, Badr al-Busaidi. Irán ha insistido en que las discusiones se centren únicamente en su programa nuclear, excluyendo cuestiones sobre sus políticas militares o su apoyo a grupos regionales como Hezbolá o los Hutíes. Al mismo tiempo, Reuters señala que Estados Unidos impuso sanciones adicionales contra la industria petrolera y el programa nuclear iraní en vísperas de las conversaciones, lo que provocó críticas de Teherán, que acusa a Washington de políticas contradictorias.

The Guardian señala que Irán ha acumulado importantes reservas de uranio enriquecido al 60%, lo que está sólo a un paso del nivel de uranio apto para armas, del 90%. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) expresó en febrero de 2025 su preocupación por la aceleración del programa nuclear de Irán, señalando que las reservas actuales teóricamente permiten la creación de múltiples dispositivos nucleares. Esto aumenta la presión sobre las conversaciones, ya que Estados Unidos y su aliado Israel, según la BBC del 12 de abril, consideran medidas militares como una posible respuesta si el diálogo fracasa. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, insiste en el desmantelamiento completo de la infraestructura nuclear de Irán, considerándolo la única garantía de seguridad en la región.

La crisis económica inducida por las sanciones a Irán ha llegado a un punto crítico, con la moneda local, el rial, devaluada a un mínimo histórico de 1 millón por dólar, lo que hace que el levantamiento de las restricciones sea una prioridad para Teherán, informó The Washington Post. Al mismo tiempo, la administración Trump se enfrenta a divisiones internas: el asesor de seguridad nacional, Mike Waltz, aboga por una línea dura, mientras que Witkoff muestra voluntad de llegar a acuerdos, excepto en el caso de que Irán desarrolle un arma nuclear. Fuentes de NBC News indican que las conversaciones se complican no sólo por cuestiones técnicas sino también por la inestabilidad regional, incluidos los conflictos en Gaza y Líbano, donde Irán apoya a las fuerzas antiisraelíes.

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