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Irán involucrado en intento de asesinato contra Trump y Pompeo

Según el libro «2024: How Trump Won the White House and the Democrats Lost America» de Josh Dawsey, Tyler Pager e Isaac Arnsdorf, publicado por The Washington Post, agentes iraníes casi asesinaron al exsecretario de Estado estadounidense Mike Pompeo en un hotel de París en 2022. El incidente, no reportado previamente, formó parte de una serie de amenazas que enfrentaron altos funcionarios de la administración Trump tras el asesinato en 2020 del general iraní Qassem Soleimani por orden del entonces presidente. Posteriormente, en septiembre de 2024, la inteligencia estadounidense informó a la campaña de Donald Trump sobre la presencia de «equipos de ataque» iraníes en Estados Unidos contratados para eliminarlo. Estas amenazas cambiaron drásticamente la campaña presidencial de 2024, obligando a Trump y a su equipo a reforzar la seguridad a un nivel sin precedentes.

El libro, basado en cientos de entrevistas con funcionarios de campaña, de la Casa Blanca y de las fuerzas del orden, describe cómo dos intentos de asesinato contra Trump —en julio en Butler, Pensilvania, y en septiembre en West Palm Beach, Florida— dejaron a su alrededor en constante temor. Aunque los investigadores no encontraron pruebas directas que vincularan a Irán con los ataques, las amenazas de Teherán siguieron siendo un foco de atención. En noviembre de 2024, las autoridades estadounidenses arrestaron al ciudadano afgano Farhad Shakeri, acusado de conspirar para asesinar a Trump en nombre del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI). Shakeri, quien se cree que residía en Irán, coordinó los ataques a través de una red de contactos criminales en Estados Unidos.

Las amenazas cambiaron la vida cotidiana del equipo de Trump. Se instalaron detectores de armas químicas en su residencia de Mar-a-Lago y un robot detector de bombas rondaba por el jardín. El subjefe de gabinete de la Casa Blanca, James Blair, guardaba un chaleco antibalas debajo de su escritorio, y algunos miembros de la campaña comenzaron a portar armas. El estratega político de Trump en Virginia fue puesto bajo seguridad las 24 horas tras recibir tres amenazas de muerte. El propio Trump, consciente de los riesgos, declaró: «Tengo que ganar. Tengo que seguir con vida y ganar, porque si no, estamos perdidos». Sus palabras reflejaban no solo su determinación personal, sino también su convicción de que su derrota sería catastrófica para Estados Unidos.

Las amenazas iraníes contra Trump y sus allegados comenzaron tras el asesinato de Soleimani, lo que provocó una serie de represalias. En 2022, el CGRI conspiró para asesinar al exasesor de Seguridad Nacional John Bolton, y en 2023, el general iraní Amir Ali Hajizadeh anunció públicamente su intención de asesinar a Trump y Pompeo. En 2024, las autoridades estadounidenses descubrieron otro complot que involucraba al pakistaní Asif Merchant, quien intentó contratar asesinos en Nueva York para eliminar a altos funcionarios estadounidenses, posiblemente incluyendo a Trump. Estos acontecimientos subrayan la determinación de Irán de vengar a Soleimani, a pesar de las negativas oficiales de Teherán.

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