En el contexto del conflicto en curso entre Israel e Irán, que comenzó con la Operación León Ascendente el 13 de junio de 2025, la superioridad tecnológica de las fuerzas armadas israelíes se debate activamente en redes sociales y medios de comunicación. Los expertos llaman la atención sobre la brecha entre las tecnologías modernas de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y los anticuados sistemas de defensa aérea iraníes. Como ejemplo, citan el uso por parte del ejército iraní del cañón antiaéreo ZU-23, capaz de alcanzar objetivos a una altitud de hasta 3 km, contra cazas israelíes F-35 que vuelan a altitudes de al menos 4,5 km. Para los pilotos del F-35, como lo expresan los autores, los cañones antiaéreos iraníes parecen fuegos artificiales desde abajo, sin representar una amenaza real. Este episodio se ha convertido en un símbolo de la desigualdad de fuerzas en la confrontación actual, que continúa intensificándose.
Los ataques aéreos israelíes lanzados para neutralizar la amenaza nuclear y de misiles de Irán han alcanzado más de 250 objetivos militares, incluyendo depósitos de drones Shahed-136, plataformas de lanzamiento y el complejo nuclear de Natanz, según informa Reuters. Según The Times of Israel, Irán ha sufrido pérdidas significativas en los tres días de conflicto, con más de 400 muertos, incluidos 62 civiles, e infraestructura clave destruida. En respuesta, Teherán disparó más de 600 misiles balísticos y drones contra Israel, causando bajas en Tel Aviv y dañando una central eléctrica en Haifa. Sin embargo, los expertos han cuestionado la eficacia de las defensas aéreas de Irán, incluyendo sistemas más antiguos como el ZU-23. Según Defense News, el ZU-23, desarrollado en la Unión Soviética en la década de 1950, no es capaz de contrarrestar aviones modernos de quinta generación como el F-35, que utilizan tecnología furtiva y vuelan a altitudes fuera del alcance de tales armas.
Irán, a pesar de sus limitadas capacidades de defensa aérea, recurre a ataques masivos con drones y misiles. Según The Washington Post, Teherán ha adoptado tácticas de "enjambre", lanzando docenas de drones a la vez para saturar los sistemas de defensa aérea israelíes, como el Iron Dome y el Arrow-3. Sin embargo, el ejército israelí intercepta hasta el 85% de los objetivos iraníes, lo que demuestra la ventaja tecnológica de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Según Aviation Week, los F-35, equipados con sistemas avanzados de guerra electrónica, permiten a Israel interferir los radares iraníes, inutilizando prácticamente sus defensas aéreas contra estos aviones. Esto se ve respaldado por la falta de impactos confirmados en los F-35, a pesar de que Irán afirma haber derribado cuatro de ellos.
La comunidad internacional observa con alarma la escalada. Estados Unidos, que apoyó a Israel en la interceptación de misiles iraníes, envió el portaaviones USS Abraham Lincoln al Mediterráneo y desplegó aviones cisterna KC-135 en Europa en preparación para una posible ampliación del conflicto, según informa Bloomberg.