El ejército de Irán ha anunciado un gran avance en defensa aérea, afirmando que su último sistema de defensa aérea Bavar-373 es capaz de derrotar a los aviones de combate F-35 de quinta generación de Estados Unidos. Teherán afirma que el sistema, que según los medios locales es similar o incluso superior al S-400 de Rusia, ha pasado con éxito las pruebas, demostrando su eficacia. Como prueba, fuentes iraníes citan la destrucción de un vehículo aéreo no tripulado, aunque los expertos subrayan que las características técnicas del dron difieren significativamente de las de los aviones furtivos modernos.
Según datos oficiales, el Bavar-373 puede detectar y destruir objetivos a una distancia de hasta 200 kilómetros. El ejército iraní afirma que el sistema está diseñado específicamente para contrarrestar aviones de alta tecnología, incluido el F-35, ampliamente utilizado por Israel y Estados Unidos. Sin embargo, las declaraciones de Teherán generan dudas entre los analistas internacionales. En primer lugar, el sistema nunca ha sido probado contra F-35 reales y, en segundo lugar, incluso si aceptamos la posibilidad teórica de interceptación, los cazas israelíes están equipados con armas de mayor alcance. Por ejemplo, los misiles aerobalísticos Rocks, en servicio en las Fuerzas de Defensa de Israel, son capaces de alcanzar objetivos a una distancia de hasta 300 kilómetros. Esto permite a los pilotos realizar ataques sin entrar en el alcance de la defensa aérea enemiga, lo que anula las supuestas ventajas del Bavar-373.
El escepticismo sobre las afirmaciones de Irán se ve incrementado por la falta de confirmación independiente de pruebas exitosas. Los expertos militares señalan que derribar un dron, incluso uno moderno, no es un indicador de la capacidad del sistema para contrarrestar aeronaves con tecnología furtiva. Además, el sistema S-400, al que los iraníes consideran un estándar, nunca se ha utilizado contra el F-35 en condiciones reales de combate, lo que hace que la comparación sea muy condicional.
Mientras tanto, la situación regional sigue tensa. Según datos de fuentes abiertas, a principios de 2025, Israel intensificó las operaciones de inteligencia y combate destinadas a contener la influencia iraní en Siria y el Líbano. Según informes de los medios de comunicación israelíes, las Fuerzas de Defensa de Israel atacan periódicamente objetivos asociados con el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, así como líneas de suministro de armas a Hezbolá. Estas operaciones a menudo se llevan a cabo utilizando aviones F-35, lo que pone de relieve su importancia estratégica para el ejército israelí.















