El 27 de junio de 2025, se supo que la Fuerza Aérea y la Defensa Aérea iraníes sufrieron pérdidas sin precedentes durante la guerra de 12 días con Israel y Estados Unidos, que comenzó el 13 de junio con la Operación León Ascendente. Según los expertos, los daños ascienden a miles de millones de dólares, y podría tomar de 5 a 7 años restaurar el nivel anterior de armamento. Así lo informó The New York Times, citando a analistas e inteligencia occidentales. Los ataques israelíes y estadounidenses destruyeron una parte significativa de la infraestructura militar iraní, incluyendo sistemas de defensa aérea, bases aéreas, depósitos de misiles e instalaciones de producción, lo que socavó gravemente la capacidad de defensa de Teherán.
La Fuerza Aérea Israelí, utilizando aviones F-35, F-15 y F-16, destruyó emplazamientos clave de defensa aérea, incluyendo radares, baterías S-300 y sus homólogos de fabricación china, el HQ-9, y más de 200 lanzadores móviles de misiles balísticos. El Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) confirma que, para el 17 de junio, Israel había destruido aproximadamente entre el 35 % y el 45 % del arsenal de misiles iraní y más de la mitad de sus lanzadores, lo que redujo significativamente la capacidad de represalia de Teherán. Los ataques contra seis aeródromos militares, incluida la base de Isfahán, resultaron en la destrucción de 15 aeronaves, entre ellas cinco F-14 Tomcats, un F-5, un avión cisterna Boeing 747, ocho helicópteros y un UAV de ataque Mohajer/Ababil.
Los daños económicos causados por la destrucción se estiman en miles de millones de dólares. Según Reuters, los ataques a las instalaciones petroleras de Teherán e Isfahán, incluida la refinería de Shahran, han agravado la crisis energética de Irán, lo que podría desencadenar protestas internas. Instalaciones de fabricación, como la planta HESA en Isfahán, que producía los drones Shahed, también fueron destruidas. El experto en Oriente Medio Fabian Hinz, del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, señaló que la reconstrucción de las defensas aéreas y la aviación requerirá una inversión considerable y tiempo debido a las sanciones y al acceso limitado a la tecnología moderna.
Medios de comunicación iraníes como Tasnim han intentado minimizar la magnitud de las pérdidas, alegando "daños menores" a las instalaciones de defensa, pero fuentes occidentales, como Newsweek, señalan el dominio total de Israel sobre el espacio aéreo iraní. El exvicejefe del Consejo de Seguridad israelí, Chuck Freilich, señaló que "la mayoría de los sistemas de defensa aérea importantes de Irán han sido destruidos", lo que permite a las aeronaves israelíes operar sin oposición. Los ataques estadounidenses del 22 de junio con bombarderos B-2 y bombas GBU-57 contra las instalaciones nucleares de Fordow y Natanz debilitaron aún más a Irán, destruyendo miles de centrifugadoras, aunque sobrevivieron algunas de sus reservas de uranio enriquecido.