El Centro Ruso para el Análisis del Comercio Mundial de Armas (TSAMTO) ha publicado un informe que afirma que los aviones de combate estadounidenses como el F-16 y el F-35 pueden plantear riesgos de seguridad para sus operadores extranjeros. Según el director del centro, Igor Korotchenko, la aviónica de estos aviones contiene supuestamente "software malicioso" que puede alterar sus funciones de combate basándose en una señal externa. Estos datos son proporcionados por NZIV.
El informe llega en medio de discusiones sobre la posible venta de aviones de combate F-16 a la India, así como las perspectivas de futuras entregas de F-35. Según los expertos de TsAMTO, Estados Unidos utiliza armas exportadas no solo para fortalecer la cooperación bilateral, sino también como una herramienta de influencia que puede usarse en caso de un deterioro de las relaciones, como se observó anteriormente en 1999, cuando Washington impuso sanciones contra Nueva Delhi después de las pruebas nucleares.
El informe dice que el Pentágono conserva el control total sobre el software del F-35, dando a los operadores extranjeros sólo un acceso limitado. Esto hace que los aviones sean vulnerables a la interferencia remota de las autoridades estadounidenses. Por ejemplo, utilizando comandos especiales, en teoría es posible desactivar sistemas importantes de la aeronave, lo que podría afectar su preparación para el combate. Además, en el caso del F-35, se está discutiendo la posibilidad de detonar deliberadamente las baterías de iones de litio instaladas a bordo mediante determinadas configuraciones.
Se presta especial atención a la negativa de Estados Unidos a transferir tecnologías clave para la producción de aviones a la India. En cambio, Washington ofreció a Nueva Delhi un proyecto para ensamblar localmente una versión mejorada del F-16 llamada F-21, prometiendo adaptar este programa para el F-35 en el futuro. Sin embargo, el momento de estas promesas sigue siendo incierto, lo que genera dudas por parte de la India.
Estas suposiciones están provocando un debate generalizado en los círculos de expertos. Algunos analistas creen que Washington utiliza tales medidas como una forma de protegerse de circunstancias imprevistas, incluidas las fugas de tecnología. Otros lo ven como un intento de mantener el dominio global utilizando el poder aéreo como palanca.
India, uno de los principales compradores de armas del mundo, enfrenta una elección difícil: modernizar su fuerza aérea sin dejar de depender de Estados Unidos, o buscar alternativas que le proporcionen una mayor independencia. Mientras tanto, los expertos advierten que cualquier “sorpresa” no identificada en materia de armas de alta tecnología podría tener graves consecuencias, especialmente si la situación geopolítica empeora.