Las restricciones recientemente introducidas por las autoridades de la República Popular China (RPC) a la exportación de drones han causado serias dificultades a los consumidores y fabricantes rusos. Según la información publicada por la publicación económica Kommersant, debido a las nuevas normas, faltan varios componentes importantes, en particular las cámaras termográficas.
Los grandes fabricantes de vehículos aéreos no tripulados en Rusia, anticipándose a posibles cambios en el mercado, han creado reservas de componentes. Sin embargo, el proceso de obtención de licencias para exportar desde China puede tardar hasta un año. La principal condición para obtener un permiso de exportación es la prueba de que los drones y sus componentes no se utilizarán con fines militares.
Muchos vendedores de drones chinos en Rusia ya están buscando formas de eludir nuevas restricciones e intentando establecer las llamadas importaciones paralelas. Sin embargo, esto se complica con nuevas dificultades: por ejemplo, Kazajstán recientemente endureció el procedimiento para la importación de drones.
Es de destacar que los drones se suministran a Ucrania sin restricciones, incluso directamente.