Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) ordenarán la evacuación de varios barrios de Teherán en las próximas horas, preparándose para lanzar ataques aéreos masivos contra objetivos militares en la capital iraní. Según fuentes israelíes citadas por The Times of Israel, los ataques tendrán como objetivo depósitos de armas y centros de mando del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) ubicados dentro de los límites de la ciudad. El comunicado de las FDI recalcó que la evacuación es necesaria para minimizar las bajas civiles. Israel empleó una táctica similar en octubre de 2024 en Beirut, donde ataques aéreos destruyeron edificios asociados con el grupo libanés Hezbolá tras las advertencias de evacuación.

La Operación León Ascendente, que comenzó el 13 de junio, ya ha causado daños significativos a la infraestructura iraní. Según Al Jazeera, la Fuerza Aérea Israelí atacó instalaciones nucleares en Fordow, Natanz y Arak, así como bases militares en Tabriz y Kermanshah. Más de 1200 personas, incluidos civiles, murieron, y se destruyeron instalaciones clave como un centro de desarrollo de drones en Shiraz. Irán respondió con ataques con misiles contra Israel, disparando alrededor de 600 misiles y drones. En Ashdod, un misil destruyó un complejo residencial, matando a siete personas e hiriendo a 90. En Haifa, un incendio en un almacén de productos químicos obligó a la evacuación de los residentes.

Funcionarios iraníes han denunciado los planes de Israel como "genocidio". El presidente Masoud Pezeshkian afirmó que Teherán preparaba una "respuesta devastadora", que incluía ataques contra ciudades israelíes. El CGRI afirma que sus misiles hipersónicos Zolfaqar pueden evadir las defensas aéreas israelíes. Mientras tanto, las protestas en Irán aumentan, con más de 500 personas detenidas en Teherán y Mashhad bajo sospecha de pasar información de inteligencia a Israel, lo que agrava la inestabilidad interna.