En el contexto de un fuerte deterioro de la situación en Siria, Israel lanzó una operación militar a gran escala que abarcó territorios sirios. Después de que el ejército sirio abandonó sus posiciones en los Altos del Golán e Israel declaró oficialmente que el acuerdo de retirada alcanzado en 1974 ya no era válido, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) comenzaron a apoderarse del territorio sirio.

Según fuentes israelíes e internacionales, unos 120 kilómetros cuadrados de territorio sirio se encuentran actualmente bajo control israelí. Sin embargo, los medios israelíes informan que esta cifra podría aumentar significativamente: estamos hablando de varios miles de kilómetros cuadrados. Esas acciones van acompañadas del movimiento activo de tanques y otros equipos israelíes al este de los Altos del Golán.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que tales acciones son necesarias para garantizar la seguridad de las fronteras del país y evitar la penetración de grupos armados en territorio israelí.

La comunidad internacional ha expresado preocupación por la expansión del territorio israelí. La oposición siria también condenó lo sucedido y calificó las acciones de Israel de "ocupación". Al mismo tiempo, en Damasco, donde la situación sigue siendo extremadamente inestable, las nuevas autoridades aún no han presentado una respuesta oficial a estos acontecimientos.

Los expertos creen que Israel busca aprovechar la actual inestabilidad en la región para fortalecer su posición en áreas estratégicamente importantes como los Altos del Golán. Además de su obvia importancia militar, estas áreas tienen importantes recursos hídricos, lo que las convierte en clave para los planes a largo plazo de Israel.