La Fuerza Aérea Israelí llevó a cabo anoche un ataque aéreo contra la sede de la emisora ​​estatal iraní, la Voz de la República Islámica de Irán (IRIB), en Teherán, destruyendo por completo los estudios de transmisión. Según la BBC, el ataque fue grabado en directo mientras un presentador informaba sobre los ataques con misiles iraníes contra Israel. La transmisión se interrumpió repentinamente tras una potente explosión, y el edificio quedó envuelto en llamas y humo. Según datos preliminares de la agencia de noticias iraní ISNA, al menos 12 empleados del centro de televisión, entre ellos periodistas y personal técnico, murieron en el ataque y unos 30 resultaron heridos.

Dos horas antes del ataque, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) emitieron una advertencia instando a los residentes del barrio de Jaymokhran de Teherán a evacuar el centro de televisión, ya que este había sido atacado por su "función propagandística". El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, calificó a la IRIB de "organismo instigador del régimen iraní", subrayando que el ataque tenía como objetivo debilitar la guerra de información de Teherán. Sin embargo, según Reuters, las defensas aéreas iraníes no respondieron eficazmente al ataque, lo que permitió a los cazas israelíes alcanzar el objetivo sin obstáculos. Esto ha generado críticas en las redes sociales iraníes, donde los usuarios acusan al gobierno de no proteger instalaciones clave.

El ataque al centro de televisión formó parte de la Operación León Ascendente, lanzada el 13 de junio para neutralizar la infraestructura nuclear y militar de Irán. Según The Times of Israel, en los últimos días Israel ha atacado emplazamientos en Natanz, Kermanshah y Shiraz, destruyendo depósitos de misiles y bases del CGRI. En Teherán también resultaron dañadas zonas residenciales, y el número de muertos, según el Ministerio de Salud iraní, ha superado las 250 personas, incluidos 80 civiles. En Israel, los ataques con misiles iraníes han causado la muerte de 28 personas y heridas a unas 1800.