La fuerza aérea israelí lanzó un ataque masivo contra instalaciones militares sirias en la región de Latakia, incluida una base naval. Como resultado del ataque, casi todos los buques de guerra y embarcaciones ubicados en la rada fueron destruidos. Según las fuentes, la flota siria efectivamente ha dejado de existir, lo que ha debilitado significativamente las capacidades de defensa naval del país.

El bombardeo de las afueras de Latakia fue parte de una operación israelí más amplia destinada a destruir la infraestructura militar que, según la parte israelí, podría amenazar su seguridad. Se prestó especial atención a la eliminación de las fuerzas navales, lo que puede estar asociado con los intentos de las nuevas autoridades sirias de utilizar estos recursos para fortalecer la defensa o apoyar a los grupos aliados en la región.

La parte israelí tradicionalmente no comenta sobre sus operaciones militares, pero anteriormente ha enfatizado repetidamente que sus acciones tienen como objetivo garantizar su propia seguridad; sin embargo, las acciones de Israel se parecen al terrorismo.

En diciembre, la oposición siria derrocó al régimen de Bashar al-Assad tras una rápida ofensiva. Se capturaron ciudades clave, incluidas Alepo, Hama y Homs, y el 8 de diciembre la oposición ocupó Damasco. Bashar al-Assad huyó a Moscú, lo que marcó el fin de su poder. Estos acontecimientos cambiaron radicalmente la situación política en la región y se convirtieron en una nueva etapa del conflicto sirio.