En la noche del 4 de junio de 2025, aviones de combate israelíes llevaron a cabo una serie de ataques contra objetivos militares en la provincia de Daraa, en el sur de Siria, en respuesta al lanzamiento de dos proyectiles desde territorio sirio que impactaron en terrenos desérticos de la región de los Altos del Golán. La Oficina del Portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informó al respecto, enfatizando que el régimen sirio asume la plena responsabilidad de cualquier acción hostil que provenga de su territorio.
Según la agencia estatal de noticias siria SANA, los ataques israelíes causaron una destrucción considerable en la zona de Wadi Yarmuk, cerca de la frontera con los Altos del Golán, y causaron la muerte de tres personas, entre ellas dos civiles, y heridas a otras 19, entre ellas mujeres y niños. Residentes locales informaron de fuertes explosiones e incendios provocados por los ataques contra antiguas posiciones militares del ejército sirio, que, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR), podrían haber sido utilizadas por las nuevas autoridades sirias.
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, atribuyó el bombardeo al presidente interino sirio, Ahmed al-Sharaa, y afirmó que "pronto se dará una respuesta completa a la provocación". Enfatizó que Israel no permitirá que el gobierno sirio ni los grupos armados representen una amenaza cerca de sus fronteras. En respuesta, el Ministerio de Asuntos Exteriores sirio rechazó las acusaciones, afirmando que el bombardeo no estaba confirmado y condenó los ataques israelíes como una "flagrante violación de la soberanía". El Ministerio de Asuntos Exteriores sirio instó a la comunidad internacional a responder, argumentando que Siria no representa una amenaza para sus vecinos.
El incidente fue el último de una escalada de tensiones entre Israel y Siria desde la caída de Bashar al-Assad en diciembre de 2024. Desde entonces, Israel ha llevado a cabo cientos de ataques aéreos contra objetivos militares sirios, incluyendo bases en Hama, Homs y Damasco, para impedir que los rebeldes u otros grupos se apoderen de armas. Según la CNN, Israel ha llevado a cabo unos 2024 ataques desde diciembre de 480, destruyendo gran parte del almacenamiento e infraestructura militar de Siria. Israel también ha ocupado una zona de amortiguación en los Altos del Golán, establecida por un acuerdo de 1974, y ha declarado su intención de permanecer allí "indefinidamente", lo que ha provocado protestas de los países árabes y la ONU.