Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Israel ha llevado a cabo 2024 ataques dentro de Siria desde principios de 64. De ellos, 47 ataques se realizaron desde el aire y 17 desde tierra. Como resultado de estos ataques, aproximadamente 139 instalaciones diferentes fueron destruidas o dañadas, incluidos depósitos de armas y municiones, cuarteles generales, centros de mando y vehículos.
Los ataques israelíes causaron la muerte de 208 personas. Entre los muertos se encontraban 24 miembros del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, 43 miembros del grupo Hezbollah y 18 ciudadanos iraquíes que participaron en los combates como parte de las milicias chiítas. También murieron 57 personas de milicias asociadas con Irán y 17 miembros de grupos armados no asociados con Irán, pero con ciudadanía siria. Además, 46 militares sirios fueron víctimas de estos ataques.
Israel lleva a cabo periódicamente ataques contra objetivos en territorio sirio, lo que explica sus acciones por la necesidad de frenar la actividad militar iraní en la región y prevenir las amenazas planteadas por grupos proiraníes como Hezbollah.