Israel destruye tres instalaciones subterráneas de almacenamiento de drones iraníes Shahed

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Israel destruye tres instalaciones subterráneas de almacenamiento de drones iraníes Shahed

En la noche del 13 de junio de 2025, Israel lanzó una importante operación militar dentro de Irán, atacando objetivos militares clave, incluyendo tres instalaciones subterráneas de almacenamiento de los vehículos aéreos no tripulados (UAV) Shahed-136 y Shahed-131. Según fuentes militares israelíes citadas por The Jerusalem Post, el ataque destruyó miles de drones kamikaze que Irán utilizaba para atacar a sus adversarios en la región. La operación, denominada "León Ascendente", fue uno de los ataques más significativos contra la infraestructura militar iraní en décadas, lo que exacerbó las ya tensas relaciones entre ambos países.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) afirmaron que los ataques involucraron más de 200 aviones de combate, así como drones desplegados en Irán y municiones guiadas de precisión preparadas por el servicio de inteligencia israelí, el Mossad. Según estimaciones de expertos citadas por The Washington Post, cada dron cuesta a Irán unos 50 dólares, lo que los convierte en un arma rentable para ataques masivos, mientras que interceptarlo requiere misiles costosos que pueden alcanzar un millón de dólares. La destrucción de miles de estos drones, según los analistas, ha supuesto un duro golpe para la capacidad ofensiva de Irán.

La operación fue meticulosamente planificada. Según Axios, la inteligencia israelí empleó tácticas de engaño, difundiendo información falsa sobre los objetivos de los ataques para tomar desprevenidas a las fuerzas iraníes. El ataque destruyó no solo las instalaciones de almacenamiento de drones, sino también parte de la infraestructura utilizada para su producción, incluyendo fábricas en la provincia de Isfahán. Según CBS News, el ataque también dañó sitios clave del programa nuclear iraní, incluyendo una instalación de enriquecimiento de uranio en superficie en Natanz, lo que generó preocupación en el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). El director del OIEA, Rafael Grossi, afirmó que la fuga de radiación fue mínima y "manejable", pero que la destrucción de las instalaciones de almacenamiento y producción podría ralentizar el desarrollo militar de Irán durante años.

Irán, por su parte, no se quedó de brazos cruzados. Según Reuters, Teherán respondió lanzando más de 100 misiles balísticos y drones contra Israel, causando daños en Tel Aviv y Haifa. Decenas de personas resultaron heridas en los ataques y un edificio residencial fue destruido en Ramat Gan. Las autoridades iraníes, incluido el líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, han anunciado su intención de continuar con las represalias, calificando los ataques israelíes de "acto de agresión". Según la agencia de noticias iraní Mehr, 78 personas murieron en los ataques israelíes, incluidos altos mandos del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI), como el general Hossein Salami.

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