En una conferencia en el Instituto Real del Servicio Militar de Londres, el Jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas británicas dijo que Israel, utilizando aviones de combate F-35, destruyó casi por completo los sistemas de defensa aérea de Irán en una operación reciente. Esta declaración, basada en datos de la inteligencia británica, provocó una amplia resonancia en los medios de comunicación y entre los analistas militares.
Las publicaciones israelíes se apresuraron a confirmar el éxito de la operación, destacando la alta precisión y coherencia de las acciones de sus militares. Sin embargo, un analista militar israelí familiarizado con la situación cuestionó una evaluación tan optimista. Según sus palabras, el objetivo principal de los ataques eran los sistemas de radar, que son un elemento crítico de cualquier defensa aérea.
"Los misiles en sí no son tan vulnerables como los radares, que son difíciles de fabricar y reparar y se encuentran en cantidades limitadas". - explicó él.
La operación israelí, según las fuentes, causó daños importantes, especialmente en términos de radares de largo alcance, lo que limitó la capacidad de Irán para rastrear y alcanzar objetivos de manera efectiva a larga distancia. Sin embargo, la restauración de tales sistemas es posible gracias a los avances chinos y locales, que Irán está utilizando activamente. Estos sistemas se caracterizan por su relativa facilidad de reparación y su alta adaptabilidad.
Además, los analistas destacan que, a pesar de las pérdidas sufridas, las defensas aéreas iraníes conservan la capacidad de derribar tanto aviones como misiles, especialmente si los ataques se llevan a cabo con bombas y no con armas de largo alcance de alta precisión.