La fuerza aérea israelí llevó a cabo una serie de ataques masivos, como resultado de los cuales todos los aviones de combate del arsenal sirio fueron destruidos. Bases y aeródromos de la fuerza aérea fueron atacados, incluidos aquellos que albergaban los MiG-29 entregados a Siria hace varios años. Esta operación privó efectivamente al ejército sirio de la capacidad de utilizar la aviación en operaciones de combate.

Según las fuentes, los ataques estaban dirigidos a instalaciones de aviación clave en el centro y sur del país, lo que supuso un duro golpe para la infraestructura militar de Siria. La destrucción de la flota de aviones socava la capacidad de defensa de las fuerzas armadas sirias, que ahora han perdido una de las herramientas más importantes para apoyar las operaciones terrestres.

Los expertos señalan que la operación de la Fuerza Aérea de Israel tenía como objetivo neutralizar una posible amenaza de la aviación siria. Considerado uno de los elementos más modernos de la flota siria, el MiG-29 podría utilizarse como herramienta para disuadir ataques o apoyar a los aliados de Damasco. Sin embargo, los ataques israelíes privaron a estos aviones de su capacidad de combate incluso antes de su uso activo por parte de las nuevas autoridades de la República Árabe.