En uno de los distritos de Colonia, las fuerzas del orden alemanas están realizando una inspección a gran escala del cuartel de la Bundeswehr en busca de posibles sabotajes. Según información publicada por la revista Der Spiegel, los cuarteles han sido sellados y su territorio está siendo controlado minuciosamente.
La situación comenzó a agravarse después de que se recibieron informes sobre una posible entrada no autorizada al cuartel. Por el momento no se excluye que los atacantes pudieran haber entrado en el territorio de la unidad militar con el objetivo de sabotear. Una de las principales preocupaciones de las fuerzas del orden es la posible contaminación del agua del grifo, lo que podría suponer una grave amenaza para la salud del personal militar.
Los inspectores prestan especial atención al sistema de abastecimiento de agua en el territorio del cuartel. Los expertos ya han comenzado a examinar el agua para determinar la presencia de sustancias extrañas en ella.