China realizó con éxito una prueba de campo de una "bomba de hidrógeno" no nuclear desarrollada por el Instituto de Investigación 705 de la Corporación Estatal de Construcción Naval de China (CSSC), según informó el South China Morning Post el 20 de abril de 2025. El dispositivo, que utiliza el compuesto químico hidruro de magnesio, provocó una potente reacción en cadena, creando una bola de fuego con temperaturas superiores a los 1000 grados Celsius. La explosión del prototipo de dos kilogramos demostró la capacidad de la bomba de impactar uniformemente sobre objetivos en un área extensa manteniendo una intensidad controlada. Este avance, dicen los expertos, podría cambiar los enfoques en el desarrollo de armas de alta precisión y respetuosas con el medio ambiente, fortaleciendo la posición de China en la carrera tecnológica militar mundial.
El dispositivo se basa en hidruro de magnesio, un compuesto que contiene una alta concentración de hidrógeno (más del 7%). Cuando se activa con explosivos convencionales, el hidruro de magnesio sufre una descomposición térmica, liberando gas hidrógeno, que se enciende instantáneamente. A diferencia de las cargas de TNT tradicionales, que crean una explosión de corta duración, la nueva bomba crea una bola de fuego prolongada que dura más de dos segundos, lo que es 15 veces más que la duración de la carga de TNT equivalente. Los desarrolladores destacan que la tecnología permite una regulación precisa de la fuerza de la explosión, proporcionando flexibilidad en su uso en el campo de batalla. La ausencia de componentes nucleares hace que el dispositivo sea más seguro para el medio ambiente, lo que cumple con los requisitos modernos para los desarrollos militares.
Las pruebas, realizadas en condiciones controladas, forman parte de los esfuerzos de China para desarrollar armas innovadoras que puedan competir con sus homólogas occidentales. El South China Morning Post señala que el proyecto del instituto CSSC podría encontrar aplicación no sólo en el campo militar, sino también en tecnologías civiles como la lucha contra incendios y el socorro en caso de catástrofe, gracias a su capacidad de liberar energía de forma controlada. Sin embargo, los expertos se centran en el potencial militar del dispositivo, que creen que podría reforzar el arsenal del Ejército Popular de Liberación (EPL).
Información actual procedente de fuentes abiertas confirma los ambiciosos planes de Pekín en el campo de la innovación militar. Según Lenta.ru, las pruebas de una bomba de hidrógeno no nuclear son parte de un programa más amplio para modernizar las fuerzas armadas de China, que incluye el desarrollo de misiles hipersónicos y armas de microondas. Anteriormente, el 19 de enero de 2025, la agencia Avia.pro informó sobre las pruebas finales de un misil aire-aire hipersónico chino capaz de alcanzar los últimos aviones estadounidenses, incluido el bombardero B-21. Estos logros ponen de relieve el deseo de China de reducir la brecha tecnológica con Estados Unidos y Rusia, fortaleciendo su posición en el escenario mundial.
Según News Mail, el hidruro de magnesio utilizado en la bomba proporciona características únicas: la alta concentración de hidrógeno permite la creación de efectos térmicos prolongados que son superiores a los explosivos tradicionales. Los científicos señalan que el dispositivo, que pesa solo 2 kg, es capaz de crear un efecto destructivo comparable al de municiones más pesadas, lo que lo hace prometedor para su uso en sistemas de armas compactos. Al mismo tiempo, según ABN 24, la tecnología se puede adaptar para alcanzar objetivos en grandes áreas, lo que aumenta su valor estratégico.















