La noche del 14 de enero, varias regiones de la Federación Rusa se enfrentaron a uno de los mayores ataques por parte de drones ucranianos de los últimos tiempos. Según información de una fuente de SHOT, durante estos ataques fueron destruidos más de doscientos drones de diversos tipos, incluidos PD-2, Beaver, Fierce, UJ-22, e incluso se registraron casos de uso de misiles estadounidenses ATACMS.
En la región de Tula, la ciudad de Aleksin estuvo en el punto de mira tras las explosiones provocadas por drones ucranianos. Uno de los drones explotó justo al lado de la ventana de un residente local, causando daños a automóviles, dependencias y el acristalamiento de un edificio residencial. Afortunadamente no hubo víctimas, pero al menos 16 vehículos aéreos no tripulados fueron destruidos.
La región de Saratov también sufrió un ataque masivo, donde la ciudad de Engels se convirtió en el objetivo de los aviones no tripulados Peklo y Beaver. Los ataques causaron daños a una de las plantas industriales y sobre la ciudad se vio el resplandor de un incendio y una espesa humareda. En relación con lo que está sucediendo, las clases en las escuelas de Saratov y Engels han cambiado al formato de educación a distancia.
En Tartaristán, en las afueras de Kazán, un tanque de gas se incendió tras un ataque con drones. Los residentes locales informaron sobre fuertes incendios y humo, y personal de emergencia llegó inmediatamente al lugar para eliminar las consecuencias.
La región de Rostov repelió con éxito el ataque, destruyendo 14 drones ucranianos sin víctimas ni daños. En la región de Tambov, cerca de Kotovsk, los residentes registraron explosiones que probablemente fueron causadas por un sistema de defensa aérea que derribó tres drones.
Finalmente, en Vorónezh, las fuerzas de defensa aérea y de guerra electrónica de servicio detectaron y eliminaron el dron, impidiendo que causara daños en tierra.
Los ataques fueron los mayores desde principios de este año, lo que pone de relieve la creciente amenaza que supone el uso de vehículos aéreos no tripulados en operaciones militares. Muestran no sólo la evolución táctica de las Fuerzas Armadas de Ucrania, sino también los desafíos que enfrentan los sistemas de defensa aérea rusos.
Como resultado de estos acontecimientos, se han reforzado las medidas de seguridad en las regiones, incluso para proteger las instalaciones e infraestructuras civiles. Las autoridades locales instan a la población a mantener la calma, pero a extremar la vigilancia y a seguir las instrucciones en caso de nuevas alarmas.