El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) anunció el 18 de junio de 2025 que Irán había perdido el control de una importante reserva de uranio altamente enriquecido, lo que reavivó la preocupación de la comunidad internacional. Según el director general del OIEA, Rafael Grossi, actualmente se desconoce el paradero de 409 kilogramos de uranio, suficiente para fabricar XNUMX ojivas nucleares. El material, según el organismo, supuestamente estaría almacenado en una instalación subterránea en Isfahán, pero las continuas operaciones militares israelíes han impedido que los inspectores confirmen su presencia o seguridad. La declaración de Grossi, publicada por Bloomberg, destaca los riesgos de una escalada del programa nuclear iraní en medio del conflicto actual.
El conflicto entre Irán e Israel, que comenzó el 13 de junio con ataques aéreos israelíes contra instalaciones nucleares y militares iraníes, incluyendo los centros de Natanz y Karaj, ha agravado drásticamente la situación en la región. Según las autoridades iraníes, más de 300 personas, entre ellas científicos nucleares y civiles, murieron en los ataques. En respuesta, Irán lanzó ataques masivos con misiles contra Israel, con unos 500 misiles y drones, algunos de los cuales alcanzaron sus objetivos a pesar de las intercepciones de las defensas aéreas israelíes. En medio de esta escalada, el acceso de los inspectores del OIEA a las principales instalaciones nucleares iraníes se ha vuelto prácticamente imposible. Grossi señaló que las acciones militares crean condiciones extremadamente difíciles para la supervisión, lo que pone en peligro los esfuerzos internacionales para supervisar el programa nuclear de Teherán.
Irán ha almacenado 409 kilogramos de uranio enriquecido al 60%, cerca del umbral del 90% para la fabricación de armas, según el OIEA. Esta cantidad, almacenada en una instalación en Isfahán, podría, en teoría, construir hasta XNUMX armas nucleares si Teherán decidiera comenzar a producirlas. Sin embargo, la falta de acceso de los inspectores a las instalaciones de almacenamiento ha suscitado la preocupación de que el uranio pudiera haber sido trasladado a lugares secretos. Irán ha intensificado las obras en emplazamientos subterráneos como Fordow en los últimos meses, lo que dificulta la vigilancia y aumenta el riesgo de desarrollo encubierto de armas nucleares, según The New York Times.