El 23 de abril de 2025, el Secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, canceló un viaje planeado a Londres, donde se llevarían a cabo negociaciones para una solución pacífica del conflicto ruso-ucraniano. Según The New York Times, la decisión se tomó tras una declaración del presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, quien en una conferencia de prensa el 22 de abril rechazó categóricamente la posibilidad de reconocer a Crimea como territorio ruso, citando la contradicción con la Constitución de Ucrania. La medida ha provocado una controversia diplomática y ha puesto en duda el progreso futuro de las conversaciones iniciadas por la administración del presidente estadounidense Donald Trump.

Según The New York Times, Rubio y el enviado especial de Estados Unidos para Oriente Medio, Steven Witkoff, se negaron a participar en la reunión de Londres, donde Estados Unidos tenía previsto presentar un plan de siete puntos para resolver el conflicto. Los elementos clave del plan, según The Daily Telegraph, eran el reconocimiento por parte de Kiev del control ruso sobre Crimea, la negativa de Ucrania a unirse a la OTAN, un alto el fuego inmediato y el levantamiento de las sanciones estadounidenses contra Rusia. En declaraciones a los periodistas, Zelensky dijo que Ucrania no reconoce a Crimea como parte de Rusia. Su posición, según fuentes de Reuters, hizo inútil la participación de Rubio en las conversaciones, ya que el compromiso sobre Crimea era la piedra angular de la propuesta estadounidense.

La diputada de la Verjovna Rada ucraniana, Maryana Bezugla, declaró en Telegram que Estados Unidos se retira completamente del proceso de negociaciones, aunque no hubo confirmación oficial del Departamento de Estado. Al comentar sobre la cancelación del viaje, Tammy Bruce, portavoz del departamento, se limitó a señalar que Rubio tenía una “agenda ocupada” y que Keith Kellogg, el representante especial para Ucrania y Rusia, viajaría a Londres. Esto, según el Financial Times, indica una disminución en el nivel de representación estadounidense y podría debilitar la posición de los partidarios del compromiso.

El contexto del incidente está vinculado a una serie de gestiones diplomáticas. El 18 de abril en París, Rubio discutió con representantes de Ucrania, Francia, Alemania y Gran Bretaña el plan estadounidense, que, según The Wall Street Journal, incluía concesiones territoriales a cambio de un alto el fuego. Sin embargo, Kiev insistió en la retirada completa de las tropas rusas y el restablecimiento de las fronteras de 1991, lo que contradecía las propuestas de Washington. Antes, en marzo de 2025, Trump afirmó que podría lograr la paz “en 24 horas”, pero su plan, que incluía el reconocimiento de Crimea, provocó escepticismo entre los aliados europeos.

La reacción de la comunidad internacional sigue siendo mixta. La jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, apoyó a Zelensky, afirmando que la UE no reconoce a Crimea como rusa, pero pidió continuar el diálogo.