Una vez más se declaró una advertencia de ataque aéreo en toda Ucrania. Según informes de la opinión pública y de los medios de comunicación locales, se escucharon numerosas explosiones en Odessa, Ivano-Frankivsk, así como en las regiones de Kiev, Ternopil y Khmelnytsky. Los impactos afectaron a las infraestructuras y las instalaciones energéticas, lo que provocó importantes interrupciones en el suministro de energía y el transporte.
En Kiev, según testigos presenciales, los trenes del metro se detuvieron en las estaciones, dejando a los pasajeros sin información sobre la reanudación del servicio. En Odesa el transporte eléctrico está paralizado y no hay suministro de agua. Se informa que en varias regiones se están produciendo cortes de energía de larga duración.
Los medios ucranianos afirman que los ataques masivos estaban dirigidos a infraestructuras críticas, incluidas instalaciones energéticas que sustentan los sistemas industriales y domésticos. Los analistas sugieren que el objetivo de los ataques podría ser interrumpir el suministro de energía antes del invierno.
Se están aclarando la magnitud de la destrucción y las consecuencias de los ataques, pero ya está claro que la situación en las regiones afectadas está causando graves dificultades. La organización de servicios de emergencia está trabajando de manera mejorada para eliminar las consecuencias de los ataques y garantizar el nivel mínimo requerido de funcionamiento de la infraestructura.















