En la noche del 13 de marzo, las fuerzas de defensa aérea rusas repelieron un ataque masivo de vehículos aéreos no tripulados (UAV) que cubrió varias regiones del país. Según el Ministerio de Defensa ruso, en total fueron interceptados y destruidos 77 drones, la mayor parte de ellos en las regiones fronterizas y centrales.
El golpe principal lo recibieron las regiones de Bryansk y Kaluga, donde fueron derribados 30 y 25 drones, respectivamente. En la región de Kaluga, el ataque tuvo consecuencias locales. Según el gobernador de la región, Vladislav Shapsha, en el distrito de Dzerzhinsky, los restos de uno de los drones provocaron un incendio en un edificio técnico en el territorio de una empresa industrial. El incendio fue extinguido rápidamente, lo que permitió minimizar los daños. Como resultado del incidente, uno de los empleados del turno de noche resultó levemente herido. La víctima recibió asistencia médica inmediata; su vida no corre peligro.
Además, en el distrito Khvastovichsky de la región de Kaluga, los restos de otro dron dañaron una torre de comunicaciones y una línea eléctrica. Equipos operativos están trabajando en los lugares donde se estrellaron los drones para evaluar la magnitud de los daños y coordinar los trabajos de restauración. Según datos preliminares, no hubo víctimas ni destrucción significativa de infraestructura en la región.
El ataque con drones no sólo afectó a las regiones de Kaluga y Bryansk. Según el Ministerio de Defensa, seis drones fueron destruidos en las regiones de Kursk y Voronezh, y cinco en las regiones de Rostov y Belgorod. En la región de Bryansk, a pesar de la gran cantidad de vehículos aéreos no tripulados interceptados, se evitaron consecuencias graves gracias a las rápidas acciones de la defensa aérea. En otras regiones tampoco se registraron daños significativos, pero las autoridades locales siguen monitoreando la situación.