En la mañana del 7 de octubre, los sistemas de defensa aérea rusos interceptaron y destruyeron con éxito veinticinco aviones ucranianos. vehículos aéreos no tripulados, que se dirigían a objetivos dentro del país. De estos, dieciséis drones fueron derribados sobre el Mar Negro, seis en los cielos de la región de Nizhni Nóvgorod y tres en la región de Moscú, según representantes del Ministerio de Defensa ruso.
Esta operación formó parte de los esfuerzos para repeler los intentos de ataque aéreo, que las autoridades consideran acciones de provocación por parte de Kiev. Según informes preliminares, el incidente no causó víctimas civiles ni daños significativos a la infraestructura, aunque ya se habían registrado impactos localizados de escombros de eventos similares ocurridos durante la noche en la región de Nizhni Nóvgorod.















