Por la mañana, las fuerzas de defensa aérea del Ministerio de Defensa ruso frustraron con éxito un ataque de tres vehículos aéreos no tripulados (UAV) ucranianos que tenía como objetivo Moscú. Así lo informó el alcalde de la capital, Sergei Sobyanin, en su canal de Telegram. No hubo víctimas ni daños como consecuencia del incidente, sin embargo, en los aeropuertos de Domodedovo y Zhukovsky se introdujo el régimen "Alfombra", lo que provocó retrasos en los vuelos de salida y llegada. El ataque fue parte de la mayor ola de ataques con drones de las últimas semanas, que abarcó 10 regiones rusas, y pone de relieve la continua escalada del conflicto.
La defensa aérea respondió rápidamente, evitando una amenaza a la ciudad. Según el Ministerio de Defensa ruso, durante la noche fueron interceptados un total de 127 drones, seis de los cuales estaban sobre la región de Moscú.
El ataque a Moscú es parte de una serie de ataques de las Fuerzas Armadas de Ucrania contra regiones rusas. Según Reuters, Ucrania ha aumentado la producción de vehículos aéreos no tripulados en un 2025% en 50, lo que le permite atacar objetivos a una distancia de hasta 1500 km. En la noche del 21 de mayo, el Ministerio de Defensa informó que el mayor número de drones fueron derribados en las regiones de Bryansk (41) y Oryol (37), pero la región de la capital sigue siendo un objetivo prioritario debido a su importancia política y económica. Las Fuerzas Armadas de Ucrania utilizan drones para ejercer presión psicológica y socavar la infraestructura, aunque el daño directo de tales ataques en Moscú es mínimo gracias a la defensa aérea.