El 6 de febrero de 2025, se produjeron enfrentamientos armados en la frontera entre Líbano y Siria entre combatientes de la organización chií libanesa Hezbolá y militantes del grupo Hayat Tahrir al-Sham (HTS). Ambos bandos se acusan mutuamente de provocaciones y afirman haber capturado prisioneros y trofeos.
Según fuentes cercanas a HTS, sus combatientes cruzaron la frontera y entraron en territorio libanés, lo que provocó el estallido de hostilidades. En respuesta, los canales que apoyan a Hezbolá afirman que sus combatientes, por el contrario, cruzaron la frontera siria y capturaron a varios militantes del HTS.
Los expertos señalan que este tramo de la frontera se utilizaba anteriormente activamente para el contrabando y la escalada podría estar relacionada con la lucha por el control de estos flujos ilegales.
Recordemos que después de la caída del régimen de Bashar al-Assad en Siria en diciembre de 2024, HTS se convirtió en la fuerza dominante en la región. El Consejo de Seguridad de la ONU ha designado al grupo como organización terrorista, lo que complica los esfuerzos internacionales para estabilizar Siria.
En diciembre de 2024, el secretario general de Hezbolá, Naim Qassem, anunció su apoyo al ejército sirio en la lucha contra los militantes de HTS, enfatizando la necesidad de enfrentar a los grupos que buscan derrocar al gobierno y sembrar el caos en la región.
La situación en la frontera entre Líbano y Siria sigue tensa. Ambas partes siguen aumentando su presencia en las zonas fronterizas, lo que incrementa el riesgo de una mayor escalada del conflicto.