Descubren un cráter gigante en el lugar del ataque estadounidense a la central nuclear de Fordow

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Descubren un cráter gigante en el lugar del ataque estadounidense a la central nuclear de Fordow

El 23 de junio de 2025, imágenes satelitales publicadas por la empresa estadounidense Maxar Technologies revelaron la magnitud de la destrucción en la instalación nuclear iraní de Fordow tras el ataque estadounidense de la noche del 22 de junio. Las imágenes muestran un cráter colosal formado por el impacto de bombas superpesadas antibúnkeres GBU-57 (Massive Ordnance Penetrator), lanzadas por bombarderos B-2 Spirit. Según los expertos, el tamaño del cráter es tan grande que "podría albergar fácilmente un edificio de varias plantas", lo que indica la potencia de las armas utilizadas.

El ataque estadounidense, denominado Operación Martillo de Medianoche por el presidente Donald Trump, tuvo como objetivo tres instalaciones nucleares iraníes clave: Fordow, Natanz e Isfahán. Trump afirmó en redes sociales que las instalaciones quedaron "completamente destruidas", aunque funcionarios iraníes y Tasnim afirman que Fordow solo sufrió daños parciales. Las imágenes satelitales de Maxar muestran no solo cráteres, sino también cavidades subterráneas expuestas bajo la colina donde se ubica la planta de enriquecimiento de uranio, lo que indica daños significativos. Según Al Jazeera, las imágenes muestran tres cráteres cerca de Fordow, así como evidencia de actividad de camiones y excavadoras antes del ataque, lo que sugiere que Irán intentaba fortificar la instalación.

Fordow, ubicada a 90 metros bajo una formación rocosa de granito cerca de la ciudad de Qom, se considera la instalación nuclear más segura de Irán. Se construyó en secreto en la década de 2000 y fue descubierta por la inteligencia occidental en 2009. La instalación está equipada con cientos de centrifugadoras para enriquecer uranio al 20 %, y el OIEA afirma haber encontrado uranio enriquecido al 2023 %, cercano al grado de uso militar, en 83,7. El director general del OIEA, Rafael Grossi, confirmó a CNN que Fordow sufrió daños muy significativos a causa de dos bombas GBU-57 utilizadas en combate por primera vez.

Sin embargo, algunos expertos han cuestionado la destrucción completa de las salas subterráneas de Fordow, señalando que la GBU-57 puede penetrar hasta 60 metros de roca en condiciones ideales, mientras que el sitio está protegido por 90 metros de roca y hormigón armado. Funcionarios iraníes han afirmado que el equipo y las reservas de uranio fueron evacuadas antes del ataque, lo cual se corrobora con imágenes de Maxar que muestran el movimiento del equipo los días 19 y 20 de junio.

El ataque estadounidense provocó una respuesta iraní: la noche del 23 de junio, Teherán lanzó 10 misiles contra la base aérea de Al-Udeid en Qatar y uno contra una base en Irak como parte de la Operación Basharat al-Fatah. Qatar afirmó que sus defensas aéreas interceptaron los misiles y que la base fue evacuada parcialmente. Se activaron las alarmas en las bases estadounidenses en Baréin, Arabia Saudita y otros países de la región. El Wall Street Journal señaló que Irán estaba desplazando lanzamisiles para realizar más ataques.

Rusia y China condenaron las acciones de Estados Unidos e Israel, calificándolas de violación del derecho internacional. El Representante Permanente de Rusia, Vasily Nebenzya, afirmó que los ataques habían "abierto una caja de Pandora", y el Secretario General de la ONU, António Guterres, hizo un llamado a la diplomacia. Corea del Norte ofreció ayuda a Irán para restaurar los emplazamientos de misiles. Rusia, si bien mantiene contactos con Estados Unidos e Irán, aboga por las negociaciones.

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