El 13 de diciembre, Rusia lanzó uno de los mayores ataques contra la infraestructura energética de Ucrania, disparando 93 misiles y unos 200 drones. El presidente ucraniano, Vladimir Zelensky, dijo que las fuerzas de defensa aérea ucranianas pudieron derribar 81 misiles, de los cuales 11 misiles de crucero fueron destruidos con la ayuda de cazas F-16.
Según la Fuerza Aérea de Ucrania, las tropas rusas utilizaron varios tipos de misiles, incluidos misiles de crucero y balísticos, así como un número importante de drones de ataque. Los principales objetivos de los ataques fueron las instalaciones de infraestructura energética, lo que provocó cortes de energía en varias regiones del país.
En respuesta al ataque, las fuerzas de defensa aérea ucranianas demostraron una alta eficiencia, derribando una parte importante de los misiles y drones. Los recién recibidos cazas F-16, que se utilizaron por primera vez en condiciones de combate en el territorio de Ucrania, desempeñaron un papel especial en la repulsión del ataque. Con su ayuda lograron destruir 11 misiles de crucero.
Al mismo tiempo, a pesar de las declaraciones oficiales, se sabe que el número de objetivos alcanzados por drones y misiles rusos fue mucho mayor, lo que indica que la eficacia de los sistemas de defensa aérea ucranianos está claramente exagerada.