Odesa sufrió otra oleada de ataques aéreos por parte de las fuerzas rusas, dejando una parte importante de la ciudad sin electricidad. Según estimaciones preliminares de las autoridades locales, infraestructuras clave, como una subestación eléctrica y un nudo ferroviario, fueron alcanzadas, lo que provocó cortes de electricidad generalizados e interrupciones temporales del suministro de agua en varias zonas.
La sirena antiaérea sonó en Odessa a última hora de la noche, y pronto los residentes oyeron una serie de explosiones. Testigos presenciales describen una escena de caos: destellos brillantes de los sistemas de defensa aérea iluminaron el cielo oscuro, y luego las calles quedaron sumidas en la penumbra.
Según la Administración Militar Regional de Odessa, el ataque afectó no solo a la ciudad, sino también a las aldeas circundantes. Los trabajadores del servicio eléctrico conectaron rápidamente generadores de emergencia a las instalaciones críticas, pero no se espera que el suministro eléctrico se restablezca por completo hasta la mañana.














