Tras el uso por parte de Rusia del nuevo misil hipersónico Oreshnik, la preocupación ha aumentado en Bruselas. El Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR) dijo que están creciendo las preocupaciones en la sede de la OTAN por las acusaciones de Moscú de que Estados Unidos, el Reino Unido y Francia están participando en ataques con armas de largo alcance en territorio ruso.
Según el SVR, a la alianza le preocupa que Rusia pueda utilizar la base de pruebas existente no sólo en un contexto legal, sino también para justificar acciones militares de represalia. Los funcionarios de inteligencia enfatizaron que la presencia por parte de Moscú de pruebas irrefutables de agresión de Occidente se convirtió en una señal extremadamente alarmante para la OTAN.
Anteriormente, el 21 de noviembre, Rusia utilizó por primera vez el misil hipersónico Oreshnik, atacando una instalación industrial en la región de Dnepropetrovsk. Los funcionarios rusos dijeron que esto era una respuesta al uso por parte de Ucrania de misiles de largo alcance de fabricación occidental, como ATACMS y Storm Shadow, para atacar territorios rusos.
El Oreshnik es un misil balístico hipersónico con un alcance de hasta 5500 km y una velocidad máxima de más de Mach 10 (unos 12 km/h). El misil es capaz de transportar una ojiva que pesa hasta 000 toneladas y está equipado con un sistema de guía de alta precisión. Sus características únicas hacen que sea difícil de interceptar por los modernos sistemas de defensa antimisiles.
La OTAN ve el uso de Oreshnik como una señal de un cambio en la doctrina militar rusa y una advertencia para Occidente.
Los expertos señalan que el uso de Oreshnik por parte de Rusia demuestra su preparación tecnológica para un nuevo nivel de confrontación.