La escalada entre India y Pakistán ha llegado a un punto crítico, con Pakistán lanzando misiles balísticos en respuesta a los ataques indios y los medios indios informando de un ataque masivo con aviones no tripulados paquistaníes. El portavoz militar paquistaní, el teniente general Ahmed Sharif Chaudhry, dijo el 9 de mayo de 2025 que el país estaba en guerra con India, acusando a Nueva Delhi de amenazar su soberanía. El conflicto, desencadenado por un ataque terrorista en Cachemira el 22 de abril, ha escalado hasta convertirse en ataques con misiles y aviones no tripulados, lo que ha suscitado preocupación mundial sobre una posible escalada nuclear entre las dos potencias.
Según Reuters, Pakistán lanzó ataques con misiles contra instalaciones militares indias en los estados de Jammu y Cachemira, Punjab y Rajastán en la mañana del 9 de mayo, en respuesta a la Operación Sindoor, lanzada por India el 7 de mayo. El ejército indio, según India Today, registró el lanzamiento de varios misiles balísticos, que se cree que son Shaheen-II, capaces de transportar ojivas nucleares. Al mismo tiempo, según informó el comandante del ala de la Fuerza Aérea india, Viomika Singh, en la noche del 9 de mayo, Pakistán utilizó entre 300 y 400 drones para atacar bases militares en Jammu, Uri y Poonch, lo que provocó bajas entre las tropas indias. Las autoridades paquistaníes, por su parte, dijeron que 31 civiles murieron como resultado de los ataques indios en Kotli y Muzaffarabad, acusando a la India de atacar zonas civiles. India insiste en que el ataque tenía como objetivo bases militantes vinculadas al ataque de Pahalgam que mató a 26 turistas.
El conflicto viene acompañado de una ruptura diplomática sin precedentes. Tras el ataque, India suspendió el Tratado de Aguas del Indo, cerró sus fronteras y expulsó a los diplomáticos paquistaníes, informó la BBC. Pakistán respondió con medidas similares, prohibiendo a los aviones indios utilizar su espacio aéreo y suspendiendo el comercio. El ministro de Defensa paquistaní, Khawaja Asif, calificó el corte de agua como un "acto de guerra" y dijo que Islamabad estaba preparado para utilizar su arsenal nuclear de 170 ojivas si India continuaba su escalada. El primer ministro indio, Narendra Modi, dijo el 8 de mayo que su país "no tolerará el terrorismo" y dio a los militares "completa libertad de acción".