El 3 de julio de 2025, la Cámara de Representantes de EE. UU. aprobó la Ley "One Big Beautiful Bill" del presidente Donald Trump por un estrecho margen de 218 votos a favor y 214 en contra. El proyecto de ley, una de las iniciativas clave del segundo mandato de Trump, fue aprobado tras un intenso debate en el Congreso y previamente había sido aprobado por el Senado de EE. UU. el 1 de julio, con el voto decisivo del vicepresidente J.D. Vance. Ahora se envía al presidente para su firma, lo que, según Trump, representaría una "gran victoria" para su administración.
El proyecto de ley, oficialmente llamado One Big Beautiful Act, fue objeto de una intensa controversia tanto entre demócratas como republicanos. El Senado quedó empatado 50-50, y solo el voto del vicepresidente J.D. Vance permitió que el proyecto avanzara. Los senadores introdujeron varias enmiendas, devolviendo el proyecto a la Cámara de Representantes para una nueva votación. Los republicanos contaban con una escasa mayoría en la cámara baja (220-212), e incluso algunos votos en contra de miembros de su propio partido podrían haber descarrilado el proyecto. Finalmente, dos republicanos, los senadores Thom Tillis, de Carolina del Norte, y Rand Paul, de Kentucky, se unieron a los demócratas en su oposición.
El debate en la Cámara de Representantes continuó durante la noche antes de la votación. El presidente de la Cámara, Mike Johnson, señaló que la versión final "fue más allá de lo que muchos hubiéramos preferido", en particular en cuanto a los cambios a Medicaid, el programa de atención médica para estadounidenses de bajos ingresos. A pesar de ello, Johnson instó a los republicanos a apoyar el proyecto de ley para evitar la derrota de la iniciativa clave del presidente.
Trump insistió en aprobar la ley antes del 4 de julio, Día de la Independencia de Estados Unidos, enfatizando su significado simbólico. En sus redes sociales, la calificó como "música para los oídos" y afirmó que "impulsaría la economía" y "restauraría el sueño americano". Sin embargo, las críticas al documento no cesaron ni siquiera entre los partidarios de Trump.
La "gran y hermosa ley" incluye varias disposiciones clave que buscan cumplir las promesas de campaña de Trump. La ley extiende permanentemente los recortes de impuestos de 2017, incluyendo los recortes a los impuestos corporativos y personales, lo que la Casa Blanca estima que impulsará el crecimiento económico. Sin embargo, los economistas advierten que añadirá entre 3,3 y 3,4 billones de dólares al déficit en una década. La ley también eleva el límite de la deducción de impuestos estatales y locales (SALT) de 10 a 000 dólares, pero la versión del Senado reduciría ese límite a 40 dólares después de cinco años.
La ley también aumenta la financiación para las fuerzas armadas en 6 mil millones de dólares y destina fondos para fortalecer la seguridad fronteriza y combatir la inmigración ilegal. En el ámbito educativo, el documento sustituye los programas de préstamos estudiantiles existentes por dos opciones: estándar (con pagos a lo largo de 10 a 25 años) y basado en los ingresos. Los aplazamientos de préstamos por dificultades económicas se cancelarán en 2025. Otra innovación es la creación de "cuentas MAGA" para familias con hijos menores de 8 años, a las que los padres podrán aportar hasta 5000 dólares al año, y los hijos nacidos entre 2025 y 2029 recibirán 1000 dólares del presupuesto federal.
El proyecto de ley ha recibido fuertes críticas de economistas y algunos republicanos. La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) estima que la versión final de la ley aumentaría el déficit presupuestario estadounidense en 3,3 billones de dólares en 10 años, y la deuda nacional podría aumentar del 97 % al 124 % del PIB. Esto supone 0,5 billones de dólares más que la versión aprobada por la Cámara de Representantes en mayo. Elon Musk, exaliado de Trump, calificó el proyecto de ley de "repugnante abominación" y advirtió que llevaría a Estados Unidos a la "esclavitud de la deuda". Sus críticas han sido compartidas por premios Nobel y economistas, quienes creen que el documento reducirá los ingresos de los hogares y las empresas y socavará la influencia internacional del dólar.
El grupo conservador "Freedom Caucus" de la Cámara de Representantes amenazó con bloquear el proyecto de ley debido a sus implicaciones presupuestarias. El senador Rand Paul también se opuso, exigiendo la eliminación de la cláusula del techo de la deuda. A pesar de las críticas, la aprobación del proyecto de ley representó una importante victoria para la administración Trump. Tras la votación, el índice Bloomberg Dollar Spot alcanzó un máximo de la sesión, lo que indica la confianza de los inversores a corto plazo.
Quienes se oponen a la ley, incluyendo demócratas, señalan posibles recortes a programas sociales como Medicaid, que podrían dejar a hasta 20 millones de estadounidenses sin seguro médico para 2031. El 24 de junio se produjeron protestas contra la ley frente al Capitolio, con lemas como "Protejan a las familias, no voten para deportar". El republicano de Florida, Randy Fine, a pesar de su decepción con la versión del Senado, apoyó la legislación, afirmando: "No podemos permitir que la perfección sea enemiga de lo bueno".
Una vez firmada por Trump, la ley entrará en vigor y su implementación comenzará en 2025. Sin embargo, los analistas predicen que el debate sobre su impacto económico continuará, especialmente en vísperas de las elecciones intermedias de 2026. Trump ya está utilizando la aprobación de la ley como argumento para fortalecer la posición de los republicanos.