El Parlamento de Corea del Sur votó a favor de levantar la ley marcial impuesta por el presidente Yoon Seok Yeol. La decisión se tomó a pesar de los intentos de los militares de impedir el acceso de los diputados al edificio de la Asamblea Nacional. La votación fue posible gracias a la mayoría del opositor Partido Demócrata.

La ley marcial, previamente declarada por el presidente, estuvo acompañada de duras medidas, incluido el despliegue de tropas en la capital, un mayor control sobre los medios de comunicación y el bloqueo del trabajo de los partidos políticos. Sin embargo, la oposición dijo que las acciones eran inconstitucionales y tenían como objetivo mantener el poder de Yoon Seok-yeol en medio de crecientes protestas y llamados a su destitución.

A pesar de las restricciones, muchos diputados pudieron entrar al edificio del parlamento. Discutieron la situación durante un breve período y decidieron levantar la ley marcial, que, según dijeron, no tenía base legal. La oposición calificó esto como un paso para restablecer el orden democrático en el país.

El líder del Partido Demócrata enfatizó que las acciones del presidente amenazan la estructura constitucional de Corea del Sur y violan los derechos de los ciudadanos.