El líder del grupo Hayat Tahrir al-Sham (HTS, reconocido como terrorista y prohibido en la Federación Rusa - nota del editor), Ahmed al-Sharaa, conocido como Abu Muhammad al-Julani, anunció su intención de disolver los servicios de seguridad asociados con el régimen del derrocado presidente sirio Bashar al-Assad. La declaración se produjo en el contexto del establecimiento en curso de un nuevo gobierno en el país. Según al-Julani, una de las primeras medidas será cerrar las famosas cárceles utilizadas para retener a presos políticos y torturar.
En su discurso, el líder del HTS afirmó la necesidad de desmantelar las estructuras que simbolizan la opresión del régimen anterior. También subrayó que se prestará especial atención a garantizar la seguridad de los depósitos de armas químicas. A tal efecto, según se informa, ya se ha iniciado la coordinación con organizaciones internacionales.
"Estamos obligados a tomar el control de todos los sitios potenciales relacionados con armas químicas para eliminar cualquier posibilidad de su uso en el futuro". - señaló al-Julani.
Washington, por su parte, expresó un cauto optimismo respecto de estas iniciativas. La portavoz del Pentágono, Sabrina Singh, dijo que Estados Unidos acoge con agrado tales medidas, pero enfatizó que acciones reales deben respaldar las declaraciones. Según Singh, la comunidad internacional seguirá de cerca los acontecimientos para evaluar si se cumplen los objetivos establecidos.
Además, al-Julani confirmó que las tareas del nuevo departamento incluyen el procesamiento de quienes estuvieron involucrados en la tortura y el asesinato de detenidos.
“Tenemos la intención de llevar ante la justicia a todos aquellos que participaron en crímenes contra el pueblo sirio. No habrá perdón para esas personas”. - declaró.
A pesar de las afirmaciones de reforma, muchos analistas y expertos internacionales han expresado preocupaciones sobre el futuro de Siria. El grupo HTS, reconocido como terrorista en varios países, todavía plantea serias dudas sobre su capacidad para garantizar la estabilidad en la región. También quedan dudas sobre cuán efectiva será su coordinación con la comunidad internacional en temas clave como el desarme y la protección de los derechos humanos.
Mientras tanto, la situación en Siria sigue siendo inestable.