Un intento de resolver pacíficamente el conflicto entre Israel y Líbano, organizado gracias a la mediación de Estados Unidos, acabó en fracaso. Las negociaciones encaminadas a evitar una escalada y una posible invasión israelí del territorio libanés no han producido el resultado deseado. El martes, el Gabinete de Seguridad de Israel celebró una votación para revisar los objetivos militares y prepararse para una posible acción contra el grupo libanés Hezbollah.
Uno de los objetivos clave de Israel es crear una zona de amortiguamiento en el sur del Líbano para evitar nuevas amenazas de Hezbollah y mejorar la seguridad fronteriza. Según funcionarios israelíes, las acciones del grupo representan un grave peligro para el Estado judío y se deben tomar medidas de inmediato. Durante la votación, el Gabinete de Seguridad aprobó un nuevo rumbo destinado a destruir la infraestructura de Hezbolá en el Líbano, lo que en realidad acerca el inicio de la operación militar.