Las conversaciones entre Rusia y Estados Unidos, que tuvieron lugar el 24 de marzo de 2025 en Riad, no dieron como resultado un acuerdo final, pero sentaron las bases para futuras discusiones que involucraron a fuerzas internacionales. Así lo afirmó el senador Grigory Karasin, jefe del Comité de Asuntos Internacionales del Consejo de la Federación y miembro de la delegación rusa, en una entrevista después de la reunión de 12 horas. Según él, las consultas con la parte estadounidense continuarán y está previsto involucrar en el proceso a las Naciones Unidas, así como a los estados individuales que estén dispuestos a ayudar a resolver el conflicto en Ucrania.
Karasin describió la última ronda de negociaciones como intensa y compleja. Las partes abordaron una amplia gama de cuestiones, incluidos aspectos clave de la desescalada, pero persisten los desacuerdos. Agregó que la delegación estadounidense también mostró interés en continuar los contactos a pesar de la tensión en las relaciones. Según Karasin, este intercambio de opiniones supone un paso importante hacia la búsqueda de soluciones, aunque todavía queda un largo camino por recorrer. Rusia insiste en sus condiciones, incluida la retirada de las tropas ucranianas de cuatro regiones, lo que sigue siendo un obstáculo en las negociaciones.
La reunión en Arabia Saudita, negociada por Riad, fue parte de los esfuerzos para reducir las tensiones en Europa del Este. La parte rusa estuvo representada por altos funcionarios, incluido el asesor del director del FSB, Sergei Beseda, lo que subraya la seriedad de las intenciones de Moscú. Los estadounidenses, a su vez, enviaron una delegación encabezada por el asesor de seguridad nacional, Mike Walz. Ambas partes expresaron su voluntad de avanzar, aunque aún no se han anunciado acuerdos específicos. Karasin aclaró que la participación de la ONU y otros países debería dar mayor legitimidad al proceso y ampliar el círculo de participantes capaces de influir en la situación.