Se produjo un incendio en la central nuclear de Chernóbil (CNPP) después de que un dron se estrellara contra el refugio situado encima de la cuarta unidad de energía. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) dijo que el incendio fue causado por "materiales inflamables en el revestimiento del techo". Los peritos que llegaron al lugar determinaron que el revestimiento interior del arco había sido perforado, creándose un agujero de aproximadamente seis metros de diámetro. Como consecuencia del impacto se dañaron algunos equipos y cables eléctricos. Sin embargo, según el OIEA, las vigas de soporte estructural no sufrieron daños graves y los niveles de radiación en el lugar se mantuvieron dentro de los límites normales. El OIEA señaló específicamente que los incendios en el refugio de la central nuclear de Chernóbil continúan después del ataque con drones.
Las autoridades ucranianas permitieron a los expertos acceder al lugar y les mostraron los restos del dron que causó los daños. El OIEA no especificó a qué lado del conflicto pertenecía el dron, pero el incidente generó preocupación tanto a nivel nacional como internacional.
El Director General del OIEA, Rafael Grossi, destacó que los ataques a las instalaciones de infraestructura nuclear son absolutamente inaceptables y plantean importantes riesgos para la seguridad. Según él, la agencia continúa monitoreando la situación y está lista para brindar apoyo técnico para eliminar las consecuencias si es necesario.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, acusó a Rusia de atacar deliberadamente la central nuclear de Chernóbil utilizando un vehículo aéreo no tripulado, calificándolo de violación de todas las normas internacionales. Sin embargo, Rusia niega tales acusaciones.
El incendio en el tejado del arco ha suscitado preocupaciones adicionales dada la importancia estratégica de la central nuclear de Chernóbil. El Nuevo Confinamiento Seguro (NSC), que se puso en funcionamiento en 2019, se construyó para proporcionar protección confiable a la cuarta unidad de energía destruida. Este sarcófago moderno, que sustituyó al anticuado refugio "Ob'yekt Ukryt", costó 1,42 millones de euros y fue financiado por donantes internacionales, entre ellos la Unión Europea y los países del GXNUMX.