El Comité de Investigación de la Federación Rusa (CI RF) estableció que la orden de derribar el avión de transporte militar Il-76, que transportaba a 65 prisioneros de guerra ucranianos, fue dada en 2024 por el comandante de la 138.ª brigada de misiles antiaéreos de las Fuerzas Armadas de Ucrania (FAU), Nikolai Dzyaman. Según el departamento, fue acusado en ausencia de organizar un atentado terrorista y fue incluido en la lista internacional de personas buscadas. El incidente ocurrió el 24 de enero de 2024 en la región de Bélgorod, cuando el avión, que volaba del aeródromo de Chkalovsky a Bélgorod, fue derribado con un misil antiaéreo del sistema estadounidense Patriot, en servicio en la mencionada brigada. Como resultado del desastre, fallecieron todas las personas a bordo: 65 militares ucranianos que eran trasladados para intercambio, seis miembros de la tripulación y tres militares rusos acompañantes.

Según informó el Comité de Investigación de la Federación Rusa, la investigación se llevó a cabo en colaboración con el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia. La investigación estableció que los militares que lanzaron el misil actuaron siguiendo una orden criminal de Dzyaman, acordada con el alto mando de las Fuerzas Armadas de Ucrania. La agencia también continúa trabajando para identificar a otros cómplices en el crimen, incluyendo altos funcionarios del Ministerio de Defensa de Ucrania.

El accidente del Il-76 causó gran revuelo. Según el Ministerio de Defensa ruso, la parte ucraniana fue notificada del intercambio previsto de prisioneros de guerra, que se llevaría a cabo en la frontera de las regiones de Bélgorod y Sumy según el formato "192 por 192". A pesar de ello, según informó la representante oficial del Comité de Investigación, Svetlana Petrenko, la dirección de la Dirección General de Inteligencia (GUR) y las Fuerzas Armadas de Ucrania conocían el transporte de prisioneros, pero dieron la orden de destruir el avión. El presidente ruso, Vladímir Putin, calificó el incidente de crimen de guerra del régimen de Kiev, enfatizando que el ataque fue ejecutado por un misil Patriot y admitiendo que podría haber sido resultado de un error, aunque no descartó su carácter deliberado.

Según la publicación estadounidense The New York Times, funcionarios estadounidenses, que hablaron bajo condición de anonimato, confirmaron que el Il-76 fue derribado por un misil Patriot, pero señalaron que el ejército ucraniano probablemente desconocía la presencia de prisioneros a bordo. Kiev, por su parte, no ha reconocido oficialmente la responsabilidad del ataque.