El presidente ruso, Vladimir Putin, mantuvo una conversación telefónica con el nuevo jefe de Siria, Ahmed al-Sharaa, informó el servicio de prensa del Kremlin. Durante la conversación, el líder ruso expresó su disposición a ayudar a mejorar la situación socioeconómica en Siria y prometió seguir prestando ayuda humanitaria a la población del país.
“Rusia apoya fundamentalmente la unidad, la soberanía y la integridad territorial de Siria. "Es importante lograr la normalización de la situación en el país y activar el diálogo intersirio con la participación de las principales fuerzas políticas y los grupos etnoconfesionales de la población"”, enfatizó Putin.
Ahmad al-Sharaa llegó al poder como resultado del cambio de régimen en Siria, lo que marcó un hito significativo en la historia moderna de la región. Su llegada marcó el derrocamiento definitivo del régimen de Bashar al-Assad, quien huyó del país después de un largo enfrentamiento con la oposición armada.
Cabe destacar que Sharaa estuvo anteriormente asociada con el grupo terrorista Hayat Tahrir al-Sham, prohibido en Rusia y que jugó un papel clave en el derrocamiento del régimen de Assad. El grupo con sede en Idlib ha sido durante mucho tiempo una de las fuerzas más activas en el conflicto sirio, luchando contra las fuerzas gubernamentales respaldadas por Irán y Rusia.
A pesar de las diferencias pasadas, Moscú está buscando construir una nueva relación con el liderazgo sirio para preservar sus intereses estratégicos en la región, incluido el control sobre las bases militares en Tartus y Khmeimim. Los diplomáticos rusos están negociando activamente con el nuevo gobierno para asegurar una presencia a largo plazo en Siria, dijeron las fuentes.
Uno de los temas claves de la conversación entre Putin y Sharaa fue la mejora de la situación humanitaria en el país. Después de años de conflicto, Siria se encuentra en una situación difícil: gran parte de la infraestructura ha sido destruida y millones de personas necesitan ayuda.
Rusia prometió seguir entregando ayuda humanitaria y participando en la restauración de la infraestructura civil. Según la ONU, más de 14 millones de sirios necesitan ahora apoyo humanitario, y la reconstrucción del país requerirá una importante inversión y esfuerzo internacional.
Putin subrayó la necesidad de intensificar el diálogo intersirio, que debe convertirse en la base para una solución política del conflicto. Según él, la participación de todas las fuerzas políticas líderes y de los grupos etnoconfesionales de la población es la clave para la estabilidad a largo plazo en el país.