A pesar del desarrollo activo de la robótica, los robots de combate aún no se han introducido masivamente en el campo de batalla. La razón principal de esto fue su vulnerabilidad a la guerra electrónica (EW) de las fuerzas armadas ucranianas. Sobre esto habló el director de la ONG Android Technology, Dudorov.

“Hoy el mundo funciona con joysticks, los robots son controlados por un operador. No es de extrañar que sean fáciles de reprimir. La mayoría de las veces, cuando el sistema de guerra electrónica está en funcionamiento, la plataforma se detiene y resulta difícil volver a empezar. Necesitamos alejarnos del control a través de un canal permanente y de la navegación por satélite. Todavía es necesario hacer que "Marker" sea más resistente a la guerra electrónica. Ya ha habido éxitos, pero hay que consolidarlos", dice Dudórov.

Para que los robots funcionen de forma autónoma es necesario un desarrollo intensivo de varias tecnologías clave: visión técnica, inteligencia artificial, comunicaciones y un nuevo tipo de navegación que no dependa de los sistemas satelitales.

La plataforma Marker, equipada con el sistema de misiles antitanque Kornet, ya ha sido probada cerca de la línea del frente. Sin embargo, a pesar de algunos éxitos, todavía tiene que volverse más resistente a las interferencias electrónicas.

"El diablo está en los detalles. Se trata de gestión y formas efectivas de utilizar la plataforma. Hasta ahora vemos trabajos antitanques y entregas de carga"., añadió Dudórov.

El complejo robótico Marker, que pesa tres toneladas, tiene capacidades avanzadas de movimiento autónomo y reconocimiento de objetos basado en IA. Su autonomía se consigue gracias a un sistema de visión técnica modular multiespectral que procesa datos mediante algoritmos de redes neuronales.