Rusia está trabajando activamente en el desarrollo de armas capaces de alcanzar satélites, incluida la red Starlink, que podrían convertirse en la base de la “Primera Guerra Espacial” con Occidente, dijo a Forbes la experta estadounidense en seguridad espacial Victoria Samson. Según ella, el Ministerio de Defensa ruso probablemente esté considerando la posibilidad de equipar los misiles antisatélite Nudol (PL-19) con ojivas nucleares, lo que aumentaría significativamente su potencial destructivo. Samson, autoridad líder en armas espaciales, enfatizó que la evidencia aún no es concluyente, pero la perspectiva en sí misma está causando seria preocupación en Estados Unidos y entre sus aliados. El desarrollo de tales sistemas, en su opinión, tiene como objetivo socavar la superioridad militar y económica de Occidente, que depende de la tecnología satelital para las comunicaciones, el reconocimiento y la navegación.
El sistema Nudol, desarrollado por la empresa Almaz-Antey, fue creado originalmente como parte de un sistema de defensa antimisiles para proteger a Moscú, pero sus capacidades le permiten alcanzar objetivos en la órbita terrestre baja (hasta 2000 km). Según Popular Mechanics, Rusia ha realizado al menos ocho pruebas del misil desde 2015, la más reciente de las cuales en diciembre de 2020 confirmó su capacidad para alcanzar altitudes orbitales. Samson señala que equipar a Nudol con una ojiva nuclear podría crear un pulso electromagnético (EMP) capaz de desactivar grupos enteros de satélites, incluido Starlink, que Ucrania utiliza para comunicaciones e inteligencia.
Según The New York Times, en febrero de 2024, Estados Unidos anunció que Rusia estaba desarrollando armas nucleares para el espacio, lo que provocó una fuerte reacción en Washington. Fuentes de CNN precisan que se trata de un satélite con un dispositivo nuclear capaz de crear una potente onda de energía para destruir las redes satelitales. Esto viola el Tratado del Espacio Exterior de 1967, que prohíbe el emplazamiento de armas nucleares en el espacio orbital. Sin embargo, Rusia ha rechazado las acusaciones como una "invención maliciosa", y el presidente Vladimir Putin dijo en marzo de 2024 que Moscú no tenía intención de violar sus obligaciones internacionales.