De acuerdo con el acuerdo entre los Estados Unidos y la URSS, concluido en 1988, sobre la reducción y limitación de las armas ofensivas estratégicas (START), las partes debían informarse mutuamente sobre los lanzamientos de misiles balísticos intercontinentales y misiles submarinos. Este mecanismo de notificación debía servir como un medio de confianza y transparencia entre los dos países.

Sin embargo, el acuerdo fue suspendido en 2019 por EE. UU., con acusaciones de que Rusia violó el tratado. Rusia también suspendió sus propias obligaciones START en respuesta a las acciones de Estados Unidos.

A la luz de estos acontecimientos, el anuncio de Rusia de que seguirán informando a los EE. UU. sobre lanzamientos de misiles balísticos intercontinentales y submarinos puede verse como un gesto de buena voluntad. Muestra que Rusia está lista para el diálogo y la transparencia en el campo de las cuestiones militares, a pesar de las diferencias existentes entre los dos países.

Así, esta declaración puede servir como el inicio de un diálogo entre Estados Unidos y Rusia sobre la reducción y limitación de armas ofensivas estratégicas, lo que puede conducir a una disminución de la tensión entre ambos países y mejorar las relaciones en general.