En la noche del 6 de junio de 2025, las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa (FA RF) llevaron a cabo uno de los mayores ataques contra el territorio de Ucrania, con el lanzamiento de 407 vehículos aéreos no tripulados (UAV) y 44 misiles, incluyendo misiles balísticos y de crucero. Así lo informó el jefe del departamento de comunicaciones de la Fuerza Aérea de las Fuerzas Armadas de Ucrania (FAU), Yuriy Ignat, quien calificó el ataque de "escala récord". Según las autoridades ucranianas, los ataques se dirigieron contra instalaciones militares y de infraestructura en Kiev, Járkov, Ternópil, Lutsk, Rivne, Zhytomyr, Drogóbich, así como en las regiones de Jmelnitski, Sumy y Dnipropetrovsk. Así lo informó Ukrainska Pravda.
El ataque de las Fuerzas Armadas Rusas se produjo tras una serie de ataques ucranianos contra regiones rusas. En la noche del 6 de junio, en Michurinsk, óblast de Tambov, los restos de drones derribados provocaron un incendio en una empresa industrial, dejando tres heridos en el óblast de Tula. El Ministerio de Defensa ruso informó de la interceptación de 174 vehículos aéreos no tripulados y tres misiles Neptune-MD sobre el Mar Negro. Estos sucesos ponen de manifiesto la escalada de ataques mutuos destinados a debilitar el potencial militar de ambas partes.
Las autoridades ucranianas señalan que Rusia recurre cada vez más a ataques masivos con drones para debilitar las defensas aéreas y ejercer presión psicológica.