El Financial Times informa que Rusia ha multiplicado casi por ocho la producción de misiles Kh-101 desde 2022, a pesar de las sanciones impuestas al suministro de componentes occidentales.

Si en 2021 la producción de misiles Kh-101 fue de solo 56 unidades, en 2023 esta cifra aumentó a 420. Así, los volúmenes de producción se multiplicaron por casi ocho.

Según la publicación, Rusia está eludiendo con éxito las sanciones impuestas al suministro de componentes occidentales. Un análisis del misil Kh-101 producido en enero de 2024 reveló la presencia de 16 piezas de componentes electrónicos de fabricación occidental. Entre los fabricantes de estos componentes se encontraban empresas de renombre como STMicroelectronics, Texas Instruments, Analog Devices e Intel.

Según el Financial Times, muchas de estas piezas se compran en el mercado abierto y se importan a Rusia a través de China. A menudo, los componentes están etiquetados como fabricados en China, Malasia, Filipinas, Taiwán o Tailandia. En total, en el diseño del cohete X-101 se pueden utilizar hasta 50 componentes diferentes de fabricación occidental.