La aviación rusa perdió 58 aviones en un año
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La aviación rusa perdió 58 aviones en un año

La aviación civil rusa sigue experimentando graves dificultades debido a las sanciones impuestas por Occidente tras el inicio de una invasión a gran escala de Ucrania. Según informó en una entrevista a Interfax el jefe de Rosaviatsia, Dmitry Yadrov, en 2024 las aerolíneas del país se vieron obligadas a dar de baja 58 aviones. Las principales razones fueron la creciente frecuencia de incidentes de aviación y la imposibilidad de realizar reparaciones completas debido a una grave escasez de piezas de repuesto. En la actualidad, las aerolíneas tienen a su disposición 1138 aviones y 920 helicópteros, pero una mayor reducción de la flota sigue siendo una amenaza real. 

Las sanciones impuestas por Estados Unidos, la UE y otros países en 2022 han paralizado prácticamente el acceso de las aerolíneas rusas a la tecnología occidental. Boeing y Airbus han dejado de suministrar componentes y soporte técnico, lo que ha privado a las aerolíneas de la posibilidad de realizar las inspecciones obligatorias del estado de los aviones: la C Check, que se realiza cada 1,5 a 2 años, y la más exhaustiva D Check, que se requiere cada 6 a 12 años. Dado que aproximadamente el 70% de la flota de las aerolíneas rusas está compuesta por aviones extranjeros, que proporcionan hasta el 90% del transporte nacional de pasajeros, la industria se encuentra en una situación de crisis. Para mantener las operaciones, las aerolíneas se ven obligadas a desmantelar algunos de sus aviones para obtener piezas de repuesto, un método conocido como "canibalización". Incluso el avión nacional Sukhoi Superjet-100 (SSJ-100), del que hay unas 150 unidades en la flota, depende de componentes importados, lo que agrava el problema. 

Según Kommersant, las aerolíneas rusas se enfrentaron a un número récord de incidentes en 2024: se registraron 11 fallas de motor entre diciembre y enero, más del doble de las cifras de los meses anteriores. Los expertos lo atribuyen al uso de piezas caducadas y a la falta de mantenimiento certificado. Para eludir las sanciones, Rusia intenta establecer la producción de análogos de piezas de repuesto junto con la corporación estatal Rosatom y la mayor aerolínea Aeroflot. Una planta para reparar sistemas de aire acondicionado e iluminación para Boeing y Airbus se inauguró en agosto de 2024, pero su capacidad aún no cubre las necesidades de la industria. 

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