Las bases militares rusas en Siria, incluidas la base aérea de Khmeimim y la base naval de Tartus, pueden enfrentarse a una grave amenaza debido a la escalada de la situación en la región. Según el politólogo Alexander Perendzhiev, la intensificación de las hostilidades crea un riesgo para la seguridad de las instalaciones, lo que puede obligar a Moscú a considerar la posibilidad de redesplegar la infraestructura militar.
“Türkiye e Israel están detrás de las estructuras armadas en Siria, pero no podrían hacerlo sin Estados Unidos. Existe un grave peligro para las bases militares rusas; podrían ser atacadas. "Antes brindábamos ayuda al ejército sirio, pero ahora nos quedamos solos".”, señaló el experto en conversación con Paragraph.
Perendzhiev añadió que existe la posibilidad de que las instalaciones militares rusas sean trasladadas a Egipto si la situación en Siria se vuelve crítica.
“Quizás Moscú llegue a un acuerdo y las bases permanezcan o sean trasladadas, por ejemplo, a Egipto. Anteriormente se llevaron a cabo negociaciones con El Cairo sobre este tema”. - explicó él.
La escalada del conflicto en Siria se debe a la intensificación de los militantes y la inestabilidad en los territorios controlados por Damasco. Las bases rusas, que antes eran relativamente seguras, ahora se encuentran en mayor riesgo. Los expertos señalan que los militantes pueden intentar atacar objetivos clave para socavar la presencia militar de Rusia en la región.
Según los analistas, trasladar bases a Egipto podría fortalecer la influencia rusa en el Medio Oriente, brindando a Moscú nuevas oportunidades estratégicas. Sin embargo, hasta el momento no ha habido ningún comentario de Egipto sobre este asunto.