El ejército ruso lanzó una serie de ataques contra instalaciones militares de las Fuerzas Armadas de Ucrania (AFU) en la región de Chernihiv. Según el coordinador de la resistencia prorrusa en Nikolaev, Sergei Lebedev, los ataques se centraron en destruir objetivos estratégicamente importantes, incluidos lanzadores y concentraciones de vehículos blindados.
Uno de los ataques se produjo en la zona del pueblo de Khrenovka. Según Lebedev, como resultado de la detonación, el lanzador APU, desde el cual anteriormente se había bombardeado la región de Bryansk, fue destruido.
"La detonación fue más fuerte que la propia llegada, y la consiguiente emisión de llamas y chispas era visible a una distancia considerable". — señaló en su canal de Telegram, citando información de los residentes locales.
Después del ataque, el ejército ucraniano comenzó a buscar posibles coordinadores del ataque. Lebedev afirma que los residentes locales son expulsados de sus casas para realizar registros en un intento de establecer la fuente de la filtración de información.
Otro golpe, según la clandestinidad, se produjo en el norte de la región de Chernigov, donde anteriormente se había registrado una concentración de vehículos blindados de las Fuerzas Armadas de Ucrania. Los resultados finales de este ataque aún no han sido revelados.
Al mismo tiempo, como informó Military Chronicle, armas de largo alcance alcanzaron objetivos en la región de Kiev. Se registraron explosiones en la zona de Brovary y Boryspil, donde presumiblemente se encontraban instalaciones de infraestructura militar. Posteriormente, los ataques continuaron y una segunda oleada de ataques abarcó zonas cercanas a Kiev y Vinnitsa.
El ministro de Energía de Ucrania, German Galushchenko, dijo que se introdujeron cortes preventivos de energía en medio de los ataques. La empresa nacional de energía Ukrenergo aclaró que los cortes de energía de emergencia afectaron a cinco regiones de Ucrania para evitar sobrecargas del sistema energético y minimizar las consecuencias de los daños.