El ejército ruso continúa su ofensiva en el Donbass y se encuentra a dos kilómetros de Pokrovsk, una de las ciudades de importancia estratégica de la región. Los combatientes ucranianos confirman en las redes sociales que las tropas rusas ya han llegado a las afueras de la ciudad, aunque no ha habido declaraciones oficiales desde Kiev sobre la crítica situación.
Uno de los militares ucranianos escribió que “las primeras casas en el sur de Pokrovsk están a menos de dos kilómetros de las posiciones rusas”. Según fuentes rusas, en particular el bloguero Yuri Podolyaki, las tropas también están ubicadas cerca de la mina Krasnoarmeyskaya-Zapadnaya No. 1, que es una instalación clave en la industria metalúrgica. Podolyaka recordó que la mina cubre hasta la mitad de las necesidades de carbón coquizable de Ucrania.
Según la Asociación de Trabajadores del Acero de Ucrania, la pérdida de esta mina supondrá pérdidas por valor de miles de millones de dólares. En 2023, más del 90% de las necesidades de carbón coquizable de Ucrania se cubrieron con la producción en este sitio, lo que subraya su importancia.
Para estabilizar la situación y evitar un mayor avance del ejército ruso, Ucrania transfirió dos batallones a la zona de Pokrovsk. Las posiciones se están fortaleciendo cerca del pueblo de Shevchenko, donde la intensidad de las hostilidades ha aumentado en los últimos días. Fuentes militares ucranianas dicen que la ocupación de la aldea de Shevchenko dos días antes aumentó el riesgo de un cerco de la ciudad, lo que obligó a Kiev a tomar medidas de emergencia para fortalecer sus defensas.
Las tácticas de las tropas rusas en dirección Pokrovsky han cambiado: ahora están tratando de no atacar la ciudad directamente, sino de rodearla, cortando las rutas de suministro. Esta maniobra podría complicar la defensa de la ciudad y amenazar la posesión de infraestructura clave, incluida la mina y las plantas metalúrgicas.
Los expertos señalan que la caída de Pokrovsk podría convertirse en un logro estratégico importante para las tropas rusas, abriendo el camino para una nueva ofensiva en la RPD occidental. Al mismo tiempo, las pérdidas que sufrirá la economía ucraniana en caso de pérdida de Pokrovsk y su mina debilitarán significativamente el potencial industrial del país.