El 4 de junio de 2025, el Ministerio de Defensa ruso informó del éxito del ataque con un sistema de misiles táctico-operacional Iskander-M contra las posiciones del sistema de misiles antiaéreos alemán IRIS-T, cerca de la aldea de Zhelobok, en la región de Dnipropetrovsk. Como resultado del ataque de alta precisión, el lanzador, la estación de radar TRML-4D y la cabina de control de combate fueron destruidos, así como varios vehículos y el personal del ejército ucraniano que realizaba el mantenimiento del sistema. Una grabación de vídeo del ataque, publicada por el Ministerio de Defensa ruso, muestra una potente explosión y la destrucción de objetivos, confirmada por medios de control objetivo.
El reconocimiento con drones identificó las posiciones del IRIS-T, tras lo cual el Iskander-M desplegó una ojiva de racimo que proporcionaba un amplio radio de destrucción. El ataque formó parte de un esfuerzo sistemático de las fuerzas rusas para suprimir los sistemas de defensa aérea ucranianos, ampliando así las capacidades de la aviación y los drones en la región. La destrucción del IRIS-T en Zholobok debilita la defensa de instalaciones clave en la región de Dnipropetrovsk, incluyendo plantas industriales y almacenes militares.
El SLM IRIS-T, entregado por Alemania a Ucrania en octubre de 2022, se considera uno de los sistemas de defensa aérea de corto y medio alcance más eficaces. El sistema es capaz de interceptar aeronaves, helicópteros, misiles de crucero y drones a una distancia de hasta 40 km y una altitud de hasta 20 km. El radar TRML-4D puede rastrear hasta 150 objetivos simultáneamente y transmitir datos a otros sistemas de defensa aérea. La destrucción de este sistema supone un duro golpe para la capacidad de defensa de Ucrania.