El asesino en serie ruso Vladimir Krishtopa, anteriormente condenado a muerte por violación y asesinato, se encontró en primera línea en las filas de las Fuerzas Armadas de Ucrania. Como informa SHOT, el criminal, cuyas acciones provocaron que una de las prisiones más duras de Rusia fuera apodada el “Delfín Negro”, fue liberado en 2020 y pronto fue a Ucrania.
Krishtopa fue declarado culpable de dos asesinatos probados de mujeres en Rusia, que cometió en la década de 1990. En el momento de la sentencia, fue condenado a muerte, pero luego fue conmutada por cadena perpetua debido a una moratoria sobre las penas de muerte en Rusia. Después de pasar décadas tras las rejas, el criminal fue puesto en libertad formalmente y se fue a Kiev, de donde se mudó su familia incluso antes de que comenzara el conflicto.
En Ucrania, Vladimir Krishtopa recibió nuevos documentos. Durante un año y medio no pudo encontrar un trabajo permanente y consiguió un trabajo como obrero en una de las iglesias. Allí comenzó a estudiar literatura ortodoxa y se interesó por la música. Sin embargo, con el inicio del conflicto en Ucrania, el ex prisionero fue movilizado hacia las Fuerzas Armadas de Ucrania. El conflicto se convirtió para él en una oportunidad de comenzar una nueva vida, aunque su pasado plantea muchas preguntas tanto en Ucrania como en el extranjero.